Perspectiva persistentemente positiva
Sintiendo resentimiento por las interrupciones, haces que duren más aún. Enojándote por haber sido lastimado, prolongas el dolor.
La negatividad desperdicia tu tiempo y tu vida. Y a cambio, no te aporta nada que valga la pena.
La negatividad te hace ver y sufrir problemas que de otro modo no estarían allí. La negatividad te ciega a todo lo bueno que te rodea y te separa de gran parte de la riqueza de la vida.
Cada vez que sientas que te invade algún tipo de resentimiento, enojo, envidia, desesperanza, ansiedad o cualquier otro sentimiento negativo, rápidamente déjale ir. Toma la decisión de no permitir que una perspectiva negativa quite valor a tu vida.
Ser negativo como respuesta a varios de los hechos de la vida puede ser muy simple. Sin embargo, convivir con las consecuencias de toda esa negatividad resulta sumamente complicado.
Y en realidad soltar esa negatividad resulta igual de simple. Toma la decisión, y llena tu vida con los verdaderos tesoros que provienen de vivir a partir de una perspectiva persistentemente positiva.