Acepta el esfuerzo
Puedes decidir hacerlo, o puedes decidir no hacerlo. Pero si decides hacerlo, pon en el esfuerzo lo mejor de ti.
Un intento a medias suele ser peor que directamente no intentarlo. Si no puedes sentir auténtico entusiasmo por lo que estás haciendo, considera hacer otra cosa.
Tu vida y tu tiempo valen oro. Dedícalos a aquello que realmente importa.
No te pongas en una situación en la cual estés quejándote constantemente por lo que estés haciendo. Encuentra la manera de estar comprometido a pleno con tus esfuerzos, o transforma esos esfuerzos en otra cosa.
Si te sientes tentado a sentir resentimiento por lo que debes hacer, recuerda esto. El resentimiento sólo empeora las cosas, y no sirve para nada.
Acepta los esfuerzos que tengas que llevar a cabo, y vuélvelos así sumamente efectivos. Acepta tus esfuerzos, y te aportarán la realización que estás buscando.