Involúcrate de verdad

Nada es inherentemente aburrido, así como nada es inherentemente fascinante. Que algo resulte interesante es siempre una elección que está en tus manos.

La vida puede estar llena de una riqueza ilimitada. Pero para que así sea, tú debes decidir reconocerla.

Donde sea que estés, sea lo que sea que estés haciendo, interésate. Sé curioso, siéntete sorprendido, asómbrate por las cosas maravillosas que todo el tiempo te están rodeando.

Recuérdate a ti mismo que la vida, en todos sus aspectos, puede resultar realmente fascinante. De todas y cada una de sus circunstancias, de todas y cada una de sus experiencias, hay un caudal de conocimientos y sabiduría por cosechar.

Ábrete a la riqueza. Ábrete a la fascinante belleza que puede encontrarse incluso en las cosas más comunes y corrientes.

Estás aquí, en esta espectacular existencia. Interésate, involúcrate de verdad y haz que la interminable riqueza de la vida sea tuya.