Acepta

En lugar de estar constantemente buscando la aceptación de los demás, acéptate a ti mismo. Acepta quien tú eres, plenamente y sin reparos.

Acepta tu valor único y brillante. Luego aumenta inmensamente ese valor aceptando amablemente y con agradecimiento el valor especial de las demás personas en tu vida.

Cada persona es encantadoramente diferente, así como tú también lo eres. Acepta y agradece esa diversidad.

Te lo mereces, por tu propia naturaleza, ya sea que alguien te lo diga explícitamente o no. Brinda aceptación, a ti mismo y a los demás, y no tendrás necesidad de buscarla.

Brinda aceptación, y no tendrás preocupaciones relacionadas con la posibilidad de no conseguirla. Haz lo que haces, no por cómo se verá, sino por la verdadera diferencia que ello marcará.

Acepta todo lo bueno que, tú sabes, está en tu más auténtica naturaleza. Acéptate a ti mismo y acepta todo lo que es, tal como es, y se libre de vivir esa abundancia sin dudar ni por un instante.