Simplemente lo justo

No eres demasiado viejo, demasiado joven, demasiado rico, demasiado pobre, demasiado alto, demasiado bajo, demasiado extrovertido o demasiado vergonzoso, demasiado ambicioso o demasiado dejado. Tú eres tú, y tal como eres está simplemente bien.

Has aprendido de lo que has hecho y de las consecuencias que has experimentado, y ahora estás listo para avanzar contando con esa acumulación de sabiduría. En lugar de juzgar lo que has hecho y donde has estado, pon el foco en visualizar lo que ahora puedes hacer.

No te quedes varado decidiendo si tienes demasiado o demasiado poco. Simplemente decide cuál es el mejor próximo paso, y dalo.

Si te estás comparando constantemente con los demás, no estás entendiendo la cuestión. Tú eres quien eres, hay en ello un valor enorme y ha llegado el momento de brindar al mundo tus propios dones, únicos y especiales.

Siente enorme placer en las relaciones que compartes con los demás, pero no sientas que debes imitarlos. Lo mejor que tienes para ofrecer eres tú mismo, así que deja de lado los pretextos y las preocupaciones y tan sólo disfruta de ser quien eres.

Estás perfectamente posicionado para generar un impacto único y positivo en el mundo. Así que en lugar de preocuparte por ser demasiado de esto o de lo otro, simplemente acéptate tal como eres en este momento dentro del continuo del tiempo, y haz con todo ello algo maravilloso.