Si hay algo con lo cual tengas que lidiar tarde o temprano, hacerlo temprano es mejor. Si va a ser difícil, si sigues postergándolo y postergándolo será más difícil aún.
Muévete y actúa. Muévete, lidia con ello, y quítalo de tu camino.
En lugar de usar tu energía en preocuparte, sentir ansiedad y demorarlo, enfoca tu energía en manejar la situación. Hazte a tu mismo un favor y rápidamente haz lo que deba ser hecho, de manera que no desperdicies tu vida temiéndole y postergándolo.
No te obsesiones por cuán complicado o incómodo pueda llegar a ser. En cambio, recuérdate a ti mismo lo maravillosamente bien que te sentirás una vez que lo hayas superado.
Adelántate a lo que tienes que hacer, poniéndote en marcha y haciéndolo. Eso te pone en la muy agradable situación de hacer lo que sea que decidas hacer.
La vida tiene sus cosas pesadas y sus necesidades, y tú tienes lo necesario para lidiar con ellas. Lidia con ellas rápidamente, decididamente y exitosamente, y libérate para vivir la vida en tus propios y más elevados términos.
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