Cualquier actividad humana implica un riesgo. La actividad económica también, porque siempre hay alguien dispuesto a lo que sea para quedarse con lo que no ha creado, y no le pertenece. La tecnología digital abre nuevas vías de creación de riqueza, pero también nuevas formas de delinquir. Por eso la ciberseguridad es importante. Una importancia que alcanza los 6 trillones de dólares de coste para el sistema económico, pero que en 2025 alcanzará los 11 trillones de dólares, casi ocho veces el PIB de España.

Xabier Mitxelena es Iberia Security Lead en Accenture. Advierte de que dar respuesta al reto del cibercrimen pasa, entre otras cuestiones, por un cambio de mentalidad. Hay que abandonar la idea de crear bienes y servicios y luego protegerlos con herramientas de seguridad informática, y pensar en bienes que sean seguros desde el inicio. También llama la atención sobre la importancia de tener en cuenta el ecosistema en que se mueve la empresa; no sólo la propia organización, sino también sus proveedores y clientes. Y prestar especial atención al elemento humano, que es el elemento más vulnerable. Mitxelena observa que, si bien las empresas de mayor tamaño han asumido estos valores, las que son grandes pero no están en la cima todavía tienen muchos pasos que dar.