Aquello que más fervientemente deseas te empuja a dar lo mejor que podrías llegar a dar. Enfocándote en aquellas cosas que deseas conseguir, activarás la fortaleza y disciplina necesarias para conseguirlas.
Desear eso que genuinamente deseas no es egoísta en absoluto. Lo que es egoísta es ahogar esos deseos y resignarse a no compartir con el mundo tu propia y única grandeza.
La plenitud que buscas no le quitará nada a nadie. De hecho, en el proceso de dar lugar a esa plenitud aportas un valor enorme a las vidas de quienes te rodean.
Un éxito real y concreto, perdurable y que tenga sentido se construye generando valor. Tu deseo de alcanzar un determinado resultado te motiva a lograrlo, y a medida que lo vas logrando llevas también a otros contigo.
Aquellas cosas por las cuales sientes verdadera pasión te habilitan a descubrir maneras poderosas y efectivas de generar valor. Persiguiendo tus sueños también guías a otros hacia ellos.
Escucha las emociones de tus más auténticos deseos. Siendo claro en cuanto a lo que deseas hacer, no existirán límites en cuanto a cuán alto podrás el