Impresionar a los demás

Para impresionar a los demás no necesitas actuar de ninguna manera en particular. Sólo debes ser tú mismo.

Y de todos modos, impresionar a los demás no es lo que importa.
Lo que importa es vivir la vida que desees vivir, sintiendo verdadera realización mientras lo haces.

Estando constantemente preocupado por cómo te ven los demás, lo único que conseguirás es no verte demasiado bien. Dejar de lado esa preocupación resulta increíblemente simple, recordándote a ti mismo cuán inútil y contraproducente es.

Date a ti mismo permiso para disfrutar el momento en el cual te encuentras. Desafíate a compartir esa alegría, esa sorpresa, ese amor, ese entusiasmo, con tantas personas como sea posible, con tu estilo único y especial.

Lo que los demás piensen de ti, o de cualquier otra cosa, es su problema. Tu problema es expresar plenamente esa belleza única que yace dentro de ti.

Supera la necesidad de luchar por aparentar ser de tal o cual manera. Enfoca tus pensamientos, energía y pasión en vivir auténticamente, aportando verdadera alegría y substancia a cada instante.